Cultura

Nuestro Carnaval

El carnaval dominicano tiene sus raíces en la época colonial, algunos historiadores creen que las primeras celebraciones de carnaval llegaron con la visita de Fray Bartolomé de las Casas, cuando los habitantes se disfrazaban de moros y cristianos. Con el tiempo, el carnaval evolucionó y se fusionó con tradiciones africanas, creando una celebración única que es característica de la cultura dominicana; después de la Independencia Dominicana el 27 de febrero del 1844 se estableció el mes de febrero como el mes del carnaval dominicano.

Todos los domingos del mes de febrero, las calles se llenan de sabor, alegría, pasión celebrando el carnaval en todo el país los más populares, el de la ciudad de Santo Domingo, la Vega, Santiago y Punta Cana. Durante la fiesta la ciudad se llena de música, baile y alegría, y las calles están repletas de personas vestidas con disfraces coloridos y extravagantes.

Un aspecto esencial del carnaval dominicano son sus personajes tradicionales. Estos personajes incluyen el robalagallina, diablos cojuelos, califé, tiznaos africanos y monos de Simonico. Cada uno de estos personajes tiene su propia historia y personalidad, y son una parte integral de la celebración. Un poco sobre algunos de los más populares:

El Robalagallina cuenta la historia que cuando se atrapa a alguien robando gallinas, se le untaba brea (alquitrán) y se le hacía andar por el pueblo. Hoy día en el carnaval es un personaje muy pintoresco, pasa bailando y cantando por los desfiles, es muy común escuchar al público cantar “robalagallina, palo con ella”.

El diablo cojuelo es un personaje que representa la maldad y la travesura. Se caracteriza por su máscara y su vestimenta roja y negra. Durante el carnaval, el diablo cojuelo suele jugar bromas y hacer payasadas para entretener a la multitud. Cuenta la leyenda que este personaje colmó la paciencia del diablo, quien lo lanzó a la Tierra y en la caída quedó cojo (de ahí el término cojuelo).